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La economía de Japón entra en la era de la globalización

La economía japonesa es la segunda economía de mercado en el mundo. En 1998 registró un producto interno bruto (PIB) de 481 billones de yenes (3.67 billones de dólares). El ingreso nacional per cápita en 1997 fue de 28 361 dólares, cifra que sitúa a Japón en el cuarto lugar mundial. Después del colapso de la "burbuja económica", a principios de la década de los noventa, el crecimiento del PIB se estancó; posteriormente, hasta 1995 y 1996 fue posible apreciar un desempeño económico relativamente bueno, aunque el PIB se contrajo nuevamente en 1998. Con el propósito de crear una economía más eficiente, el gobierno japonés actualmente lleva a cabo algunas reformas administrativas, además de una extensa política de desregulación en varios sectores de la economía. Asimismo, en el ámbito empresarial también se realizan cambios importantes, en la medida en la que las empresas están luchando por incrementar su competitividad mediante la eliminación de ciertas prácticas laborales como el empleo de por vida y el sistema de salarios para los adultos mayores.

La era de gran crecimiento

La economía japonesa de la posguerra se desarrolló a partir de los residuos de la infraestructura industrial, la cual sufrió una destrucción masiva durante la Segunda Guerra Mundial. En 1952, al final de la ocupación de los Aliados, Japón era un "país menos desarrollado", con un consumo per cápita que representaba apenas la quinta parte del de Estados Unidos. Durante las siguientes dos décadas, Japón logró una tasa anual de crecimiento de 8 por ciento, hecho que le permitió convertirse en el primer país en pasar de la categoría de "menos desarrollado" a "desarrollado" en la posguerra.

Empleo

Enfrentar los retos del futuro

Los informes del Grupo de Estudio de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) emitidos en 1970 y 1975 reconocieron que el sistema de empleo japonés desempeñaba un papel central en el alto crecimiento económico del país. Dicho sistema, que ha ayudado a construir una sociedad estable y vigorosa a la vez, se basó en tres pilares: empleo de por vida, salarios basados en la antigüedad, y edad y un sindicalismo de corte empresarial. A estos tres aspectos, se agregó posteriormente un cuarto pilar: una conciencia de comunidad dentro de las companías, la misma estaba basada en relaciones verticales, obligaciones recíprocas y toma de decisiones por consenso.

Empleo de por vida y salarios basados en la edad y antigüedad

Las empresas japonesas contratan a sus trabajadores cuando están recién egresados de una escuela o universidad y sin que tengan un perfil especializado, aunque la habilidad básica es esencial. Este hecho puede atribuirse a que la producción en masa ocupó rápidamente un lugar preponderante en las empresas japonesas de la posguerra. Con el propósito de capacitar a sus empleados, las companías ofrecen experiencia in situ, o bien invierten en educación y capacitación propia para los recién contratados. Naturalmente, pasan varios años antes de que estos nuevos empleados sean eficientes. A cambio, los trabajadores tradicionalmente esperan mantenerse en el mismo trabajo hasta que alcancen la edad obligatoria para el retiro (generalmente 60 años). Cuando llega la jubilación, reciben una suma de dinero además de una pensión de la compañía. Cuando el negocio está deprimido, se despide a los empleados regulares sólo como último recurso.

Población trabajadora

En 1996, 64.8 millones de japoneses mayores de 15 años tenían un trabajo remunerado. De esta cifra, el 59.5 por ciento eran varones. En 1995, de acuerdo con un análisis por sector basado en las cifras del censo nacional, el 6.1 por ciento estaba contratado en la industria primaria, el 31.4 en la secundaria y el 61.9 en la industria terciaria. Según una encuesta de la Agencia de Administración y Coordinación, 2.2 millones de personas estaban completamente desempleadas en 1996, las cuales sumaron 3.4 por ciento de toda la fuerza laboral para ese año.

La distribución laboral sigue el patrón de otras naciones industrializadas. Mientras que las industrias agrícolas y otras del sector primario emplean a menos gente, las industrias de servicios y terciarias muestran un incremento a ese respecto. El empleo en la industria primaria cayó de 32.6 por ciento de la población trabajadora en 1960 a 6.1 por ciento en 1995. En el mismo período, las ocupaciones terciarias crecieron de 38.2 por ciento del total a 61.9 por ciento.

La gran mayoría de la población trabajadora de Japón está conformada por empleados asalariados. En 1995, el 81.8 por ciento del total de la población trabajaba en empleos remunerados. La tendencia hacia el empleo asalariado ha mostrado un incremento de 28.4 por ciento desde 1960, aunque el porcentaje de empleados por cuenta propia o de aquellos que laboran en empresas familiares todavía es ligeramente más alto en Japón que en Estados Unidos, Alemania, Francia y Gran Bretana.

Previsión social

Los sistemas de previsión social para las personas de la tercera edad y el Nuevo Plan de Oro

Gracias a los avances en la tecnología médica y las mejorías en la salud pública y nutrición, la duración de vida promedio del pueblo japonés se ha incrementado notablemente. En la medida en la que crece la población de adultos mayores, el número de personas ancianas o postradas que requieren cuidados especiales va creciendo. De acuerdo con estimaciones hechas en 1997, para mediados del siglo XXI uno de cada tres japoneses tendrá 65 años o más, de manera que el número de personas de la tercera edad que necesitarán cuidado sólo puede seguir creciendo.

Un agravante del problema de cuidado de la sociedad es el hecho de que las posibilidades de una familia promedio para proporcionar esos cuidados van decreciendo, en parte por el cambio de los patrones familiares, en los que se observa el traslado de la familia extendida a la nuclear. Como respuesta a estas circunstancias, el gobierno está reorganizando el sistema de previsión social enfocado a los adultos mayores, al mismo tiempo que reestructura la provisión de los servicios médicos para las personas que requieren de cuidado. Como parte de dicha reorganización, a partir de 2000 se inauguró un sistema de seguros para el cuidado de largo plazo como parte del nuevo sistema de seguridad social.

Las medidas de previsión para el bienestar de las personas mayores se están poniendo en marcha con base en la Ley para el Servicio de Previsión Social para los Adultos Mayores (Rojin Fukushi Ho), puesta en vigor en 1963 y revisada recientemente en 1997. De igual manera son relevantes las estipulaciones contenidas en la Ley de Servicios Médicos y de Salud (Rojin Hoken Ho) que entró en vigor en 1982, revisada en 1998, para mantener y proteger la salud física y mental de las personas de la tercera edad.

Educación

Cimientos para el crecimiento y la prosperidad

Educación preescolar

La educación previa a la escuela elemental se imparte en los jardines de niños (yochien) y en las guarderías (hoikuen). Las guarderías públicas y privadas reciben nioos de menos de un año hasta cinco años de edad; los programas de estos centros enfocados en los pequeños de tres a cinco años son similares a los de los jardines de niños. En 1996 los jardines públicos de niños constituían aproximadamente el 42 por ciento, de los cuales 29, 57 y 63 por ciento correspondían a niños matriculados de tres, cuatro y cinco años, respectivamente. La asistencia de niños de cinco años tanto a los jardines de niños como a las guarderías excede el 95 por ciento.

Escuelas primarias

La asistencia de niños de seis años a la educación elemental es obligatoria. El 99 por ciento de las escuelas primarias estaba conformado en 1996 por instituciones de coeducación pública. En tanto que el Ministerio de Educación se encarga de su diseño, los programas de la escuela primaria son uniformes a lo largo de Japón, en los que los estudiantes de un mismo grado estudian los mismos temas. Los estudiantes no son segregados según su habilidad. La carga curricular incluye las siguientes materias: lengua japonesa, estudios sociales, aritmética, ciencia, estudios sobre el medio ambiente, música, artes y artesanías, educación física y aspectos relacionados con el manejo del hogar. Asimismo, comprende actividades extracurriculares y una hora a la semana dedicada a la educación moral. La lectura y escritura es quizá la parte más importante de la carga de materias de la primaria.

Religión

Sintoísmo

La palabra sintoísmo (Shinto), que suele traducirse como "la vía de los dioses" se escribe con dos caracteres chinos. El primero, que se pronuncia kami cuando está solo, significa "dios, deidad" o "poder divino"; el segundo caracter significa "camino" o "senda".

Con la introducción del sistema de cultivo de arrozales, durante el período Yayoi (300 a.C.-300 d.C.), comenzaron a desarrollarse los rituales agrícolas y los festivales que luego se convirtieron en parte del sintoísmo. A pesar de que la palabra kami puede utilizarse para referirse a un solo dios, también se emplea como término colectivo para la miríada de dioses que han sido objeto central de culto desde tiempos tan remotos como el período Yayoi. Las kami son parte de todos los aspectos de la vida y se manifiestan en varias formas. Están las kami de la naturaleza, que residen en las piedras sagradas, árboles, montañas y otros fenómenos naturales.

Budismo

Originado en India alrededor del siglo V a.C., el budismo se difundió en China durante los siglos II y III de nuestra era, y finalmente llegó a Japón vía Corea a mediados del siglo VI, cuando el rey de Paekche envió una estatua de Buda y copias de sutras al emperador japonés. El budismo se diseminó rápidamente en las clases superiores, después que la influyente familia Soga aplastara las facciones anti budistas. El príncipe Shotoku (574-622), quien dio su apoyo imperial a la construcción de los principales templos como Horyuji (en la actual prefectura de Nara), es considerado como el verdadero fundador del budismo en Japón.

Cristianismo

El cristianismo en Japón puede dividirse claramente en tres períodos: el encuentro inicial con el cristianismo, al comenzar la mitad del siglo XVI; la reintroducción del cristianismo, después de más de 200 años de aislamiento nacional que terminó a mediados del siglo XIX, y el período posterior a la Segunda Guerra Mundial.

La actividad cristiana en el período inmediato de la posguerra contó con el apoyo de las autoridades de la Ocupación, aunque sólo se consiguieron algunas ganancias menores. En 1996, los cristianos, que para entonces sumaban 3 170 000, constituían menos del 2.5 por ciento de la población.

Temas sobre la mujer

El Plan de Igualdad de Géneros 2000

En diciembre de 1996, el gobierno japonés propuso un plan para la igualdad de géneros: el Plan Nacional de Acción para la Promoción de una Sociedad de Igualdad de Géneros para el año 2000. Este plan, elaborado con base en el principio de que las cuestiones relacionadas con las mujeres, que en gran parte son asuntos que involucran los derechos humanos, está orientado a la construcción de sistemas en los que hombres y mujeres puedan participar en la sociedad de acuerdo con criterios de asociación. Asimismo, llama la atención sobre la evaluación de los sistemas sociales, desde el punto de vista de la igualdad de géneros y del incremento de la participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones, específicamente en lo concerniente a los asuntos políticos y la orientación. El plan comprende puntos como la eliminación de todo tipo de violencia contra las mujeres, respeto de los medios de comunicación hacia ellas y la salvaguarda de sus derechos reproductivos y de salud (por ejemplo, el derecho de la mujer a decidir si quiere tener o no hijos y, de ser así, cuántos y cuándo). En junio de 1999 se aprobó la Ley Fundamental sobre la Igualdad de los Géneros como la ley fundamental que plantea los conceptos y políticas que deben seguirse en la implementación del plan mencionado.

Cada año pueden escucharse más voces que llaman a la participación de las mujeres en el gobierno y la política. De esa forma, el gobierno ha adoptado la política de aumentar el número de miembros femeninos en los concejos y comisiones gubernamentales. Para el año 2000, como límite, el objetivo era que las mujeres ocuparan el 20 por ciento de estos puestos, con la meta a largo plazo de incrementar el porcentaje hasta 30 por ciento para 2007. Entre 1990 y 1999, el número de mujeres aumentó de 12 a 25 en la Cámara de Representantes (diputados), y de 34 a 43 en la de Cancilleres (senadores), aunque el porcentaje de mujeres parlamentarias sigue siendo el más bajo de los países participantes en las reuniones cumbre del Grupo de los Ocho. De igual forma, los Gabinetes japoneses han incluido en algunas ocasiones a una mujer, como máximo a tres.

La Ley de Igual Oportunidad de Empleo para Hombres y Mujeres, que entró en vigor en abril de 1986, se revisó en 1997 con el objetivo de acelerar las medidas para contrarrestar la discriminación hacia las mujeres. Las estipulaciones revisadas que se pusieron en marcha en 1999 prohíben la discriminación por género en la contratación laboral, el empleo, la asignación de puestos específicos y la realización del trabajo; asimismo, dejan en manos de los empleados la responsabilidad de prevenir el acoso sexual. Estas revisiones están orientadas principalmente a deslindar de manera mucho más clara la responsabilidad en los casos de discriminación de empleados por razones de género.